Está aún muy generalizada la imagen de que la provincia de Salamanca tiene un paisaje uniforme y monótono, con escaso interés paisajístico y turístico. Pero en la provincia hay paisajes muy diferentes e interesantes. Son espacios con morfología y características muy distintas. Así las tierras del sur provincial, accidentadas por montañas del Sistema Central y que forman las conocidas e interesantes sierras de Béjar, Francia y Gata, esconden un valioso patrimonio histórico-artístico que le han valido la declaración de Conjunto Histórico a Cuidad Rodrigo, Béjar y Candelario, y además por toda la comarca se pueden encontrar restos arqueológicos (como los grabados paleolíticos de Siega Verde) o una exquisita arquitectura popular (La Alberca, San Martín del Castañar o Mogarraz). Otro espacio es el del noroeste provincial, con la sorprendente, original e interesante zona fronteriza. Resulta así una provincia con un paisaje muy variado e interesante y con muchos y atractivos recursos turísticos, capaz de satisfacer, con creces, al visitante más exigente.
Desde Salamanca, dos son los caminos fundamentales que nos adentrarán en esta zona: la carretera SA-300 que conduce a Ledesma y Almendra; o la C-517, que une la capital con Vitigudino. Para acceder a Las Arribes desde otros puntos, lo podemos hacer desde Ciudad Rodrigo, por la SA-324 hasta Lumbrales; o desde las Sierras de Francia y la localidad de Béjar, por la carretera C-525, desde Tamames, también a Vitigudino (si quieres, puedes dirigirte desde aquí a consultar un mapa de carreteras de la zona).
La Ribera de campos tiene escasas condiciones para la agricultura, lo que explica la conservación de sus montes de encinares y robles con pastizales, base de su secular dedicación y paisaje ganadero. Con morfología ondulada en la que emergen algunos cerros por la resistencia de sus materiales y la menor incidencia de la red fluvial del Tormes, cuyo curso delimita esas tierras por el Norte y las separa de las zamoranas de Sayago. Es un territorio con paisaje sencillo, sobrio, frecuentes afloramientos rocosos sobre los que destacan algunos cabezos y cuetos, pueblos y ermitas que gozan de un privilegiado emplazamiento. L. Cortés describió así el paisaje de la Tierra de Ledesma, extensivo a la de Vitigudino: "Es el campo de Ledesma tierra de entraña rocosa, con una leve capa de tierra vegetal, en la que afloran frecuentemente berruecos, cuya rudeza atemperan los verdes y grisáceos musgos y líquenes primaverales que a ellos se agarran". Los pueblos y caseríos de las dehesas reflejan su vinculación con el paisaje, al estar construidos con las rocas del entorno. Son un interesante elemento del paisaje las paredes de cortinas, huertos y prados que, cual tela de araña, contornean los pueblos para proteger dichos espacios. Sobre el pétreo caserío todavía destaca la sólida torre o campanario de la iglesia, aunque cada día es mayor la competencia de edificios hechos sin respeto alguno al medio natural, la geografía y la historia. También los caseríos de las dehesas han visto alterada su secular adecuación al entorno con las nuevas construcciones. La red fluvial, elemento fundamental del paisaje del noroeste. El Parque Natural de Las Arribes es un importante elemento paisajístico del NO provincial, sobre todo en El Abadengo. Ha provocado su sorprendente e interesante morfología, microclima, flora y fauna. La arteria principal es el Duero que las cruza antes de entrar en Portugal. Tras un tranquilo discurrir hasta Zamora, por su fértil Ribera, empieza a encajarse poco después, adquiriendo su cauce una configuración e incidencia paisajística muy diferentes al tramo anterior. En los algo más de 100 km, la mayor parte en Salamanca, hasta su entrada en Portugal, pasa de los 630 m de altitud a 120 m en la frontera. Se encaja intensamente en el escalón berroqueño de la Meseta, formando un cañón con paredes casi verticales de hasta 500 m. El resultado es una morfología peculiar , sorprendente, única en la península, con gran interés turístico y que nadie espera encontrara cuando llega hasta aquí desde Salamanca o Zamora. Este espectacular encajamiento del Duero obliga a que hagan otro tanto los afluentes salmantinos, surgiendo un paisaje accidentado, original e interesante. Todos pasan antes por tierras del Campo Charro en las que también tienen destacada influencia morfológica y geográfica. Esto se acrecienta en las comarcas fronterizas, al acentuar su paisaje con el encajamiento citado. Ejemplo de este singular comportamiento e influencia paisajística es el Tormes, que discurre plácidamente a su paso por la capital. Poco antes de pasar por Ledesma empieza a encajarse y, en los 55 km hasta su desembocadura desciende más de 400 m, lo que supone tener en este tramo final una pendiente superior a la del curso alto en tierras abulenses y un encajamiento similar al del Duero.
Con ser muchos e interesantes los recursos turísticos del medio natural en el NO salmantino, sobre todo en la comarca de El Abadengo, no acaban con lo expuesto, sino que hay otros muchos no menos atractivos que los citados antes, derivados de la secular vida humana. El antiguo poblamiento de estas tierras, su importancia histórica por su condición fronteriza, el que pasara por ellas una importante ruta, paralela a la Vía de la Plata que enlazaba con Zamora, Ledesma y Ciudad Rodrigo y unía entre sí las tierras del antiguo Reino de león, las extraordinarias condiciones para la producción hidroeléctrica, la escasa altitud del Duero al entrar en Portugal, su navegabilidad, son otras tantas causas de que aquí haya otros muchos e interesantes recursos turísticos. Exponer y describir todos estos recursos se sale de los objetivos de este trabajo. Pero basta una relación de los mismos para darnos cuenta de su abundancia, diversidad e interés. Unidos a los del medio natural, se ratifican tales características y confirman ser ciertas las grandes posibilidades turísticas del NO provincial. Entre los recursos del Patrimonio Histórico-monumental en el NO provincia, destacan los siguientes: Patrimonios y monumentos: Además de los lugares hasta ahora citados, toda la zona y sus municipios están salpicados de diversos e interesantes elementos con valor artístico y monumental, como iglesias, ermitas, mansiones, fuentes romanas, pinturas rupestres, talleres neolíticos, castros ibéricos... todos ellos en lugares privilegiados, como la riqueza histórico monumental de Puente Mocho. Los restos arqueológicos más destacados son las murallas de Ledesma, Aldeadávila y Saucellle; dólmenes y verracos; castros de las Merchanas, cabeza de San Pedro, Yecla, así como las construcciones monumentales de Aldeadávila, Mieza, Hinojosa de Duero, Lumbrales... y fortificaciones militares: las de Ledesma, San Felices de los Gallegos (que fue declarado conjunto histórico-artístico en 1.966), Sobradillo y ruinas y restos de varios castillos de la zona. También es vistosa la línea de ferrocarril desde La Fuente de San Esteban hasta Barca d'Alva, sobre todo el tramo desde Villavieja de Yeltes, declarada B.I.C.
Gastronomía típica: Hay buenas materias primas y buenos caldos, con una cocina tradicional interesante. El plato fuerte lo constituyen, como en toda la provincia, las carnes de cabrito, lechazo o ternera, como chuletones y solomillos, que a la brasa o en sabrosos guisos, centrarán nuestras incursiones gastronómicas. Excelentes son los embutidos, entre los que son tremendamente apetitosos los chorizos y salchichones. Buenos caldos de La Ribera acompañarán tan suculentos manjares. Un buen queso de alguna de las muchas cooperativas productoras de la comarca, fabricados artesanalmente en todos los pueblos, entre los que son afamados los de Hinojosa de Duero, ofrecerá un aromático y apetitoso epílogo a la comida, que no podrá terminar sin paladear las deliciosas y abundantes muestras de la repostería local. Las pelillanuras, los repelaos, el piñonate y el queso de almendra, producidas con los cercanos productos de la tierra, entre los que destaca la almendra, alcanzan calidades afamadas en Salamanca. También son importantes los bollos, rosquillas, bizcochos, hojaldres, mantecados, magdalenas (Yecla), floretas, perronillas, repelaos (Villares, Villavieja, Arribes del Duero, etc.) y por supuesto las obleas de Cipérez. No abandonamos este apartado, sin hacer una nueva mención al ya conocido "hornazo" que protagoniza las celebraciones campestres: una especie de empanada rellena de chorizo, lomo o jamón, con la variedad de pan dulce en las de las Arribes del Duero más septentrionales, como en la zona de Aldeadávila. Pero si lo que quiere es adquirir algún producto agroalimentario de calidad no dude en visitar alguna de las antes mencionadas cooperativas vitivinícolas locales y saborear alguno de los excelentes caldos que salen de sus bodegas. También podrá comprara aceite de oliva y suculentos quesos de oveja. Tradición: El calendario festivo aparece repleto de fiestas y celebraciones que muestran interesantes escenas y ritos de originalidad. Los elementos comunes en toda la zona es el toro, con encierros, capeas y corridas, aveces en plazas configuradas por carros, como las de San Felices de los Gallegos (El Noveno: 11 y 12 de Mayo), Hinojosa (24 de Junio), Villarino (16 de Agosto), Aldeadávila (24 de Agosto) y Lumbrales (tercer sábado de Agosto). Son famosas también las Romerías en ermitas ubicadas en espectaculares miradores naturales, Las Madrinas, con bailes y subastas de roscones, en Saucelle (primer domingo de Octubre); la de la Virgen del Árbol, en Mieza (8 de Septiembre); la de la Virgen del Castillo, en Pereña (14 de Mayo); las Candelas y del Almendro, en La Fregeneda, la de la Santa Cruz de Masueco y las carreras de cintas o bailar la bandera. También es tradición en prácticamente todos los municipios salir al campo el Lunes de Aguas para comer el hornazo. Todos ellos son excelentes modos de acercarse a la particularidad y riqueza cultural del NO provincial.
Actividades: Las excursiones, el senderismo, el turismo rural o la fotografía son algunas de las actividades que se pueden practicar en la zona. Pero sobre todas, sobresalen la caza menor, abundantísima en conejos, liebres, perdices y tórtolas; y la pesca en los embalses de Almendra (carpas y black-bass), Aldeadávila y Saucelle (barbos, bogas, carpas y anguilas) y en los ríos Uces y Camaces (cangrejo y sardas) y Huebra y Águeda (barbos, bogas y anguilas).
Fuente: Departamento de prensa y de turismo de la Diputación de Salamanca. Más información: Enlaces. |